domingo, 15 de febrero de 2009
Regresando al futuro
"Mañana os cuento", decía en la entrada anterior. Pido disculpas por la tardanza a quienes insistentemente me han pedido que retome esta bitácora; lo cierto es que, no sé muy bien por qué, últimamente se me ha roto el amor con ella, aunque en mi defensa puedo decir también que, durante este paréntesis, he logrado hacer algunas de esas cosas con las que los demás sólo sueñan durante años, y a veces no llegan a cumplir, verbi gratia jugar con delfines. Toma ya.
Pues bien, como tengo la centralita colapsada de llamadas, por no hablar de los miles de mails, cartas perfumadas, fotografías sexys y sujetadores dedicados que llegan a mi redacción de mujeres que me ruegan (algunas bajo amenazas de suicidio) que ponga fin a tanto rumor, desde aquí hago público el siguiente comunicado: la razón de mi tardanza ha obedecido a que, por fin, sin más dilación, sin más vueltas de tuerca, y sin más cojones -habida cuenta de que mi situación laboral no mejora-, vuestro amigo Diógenes acaba de embarcarse en la mejor aventura posible, y en la más temeraria: escribir una novela, probablemente la mejor del siglo XXI, y si eso no puede ser, al menos una que lo describa bastante bien.
Es ahora o nunca. Aunque cuesta, aunque escucharme a mí mismo y darme consejos sobre el futuro me sigue quitando más tiempo aún que el puñetero Facebook, sin ir más lejos, y aunque nada cambie, cuando la termine ya podré decir que una vez me sentí orgulloso de haber escrito la palabra Fin en alguna parte, y que de veras me he reconciliado con esa ventana que se abre en el blanco del papel por donde las hisorias se asoman solas, y de las que los escritores somos sólo simples cronistas, por mucho que luego presumamos por ahí de que nos las inventamos. En su momento, hace cerca ya de nueve años, cerré los ojos a esa ventana y la cerré a ella para convencerme de que me iría mejor con el periodismo. Bueno, el periodismo no me ha tratado muy bien, así que ahora he vuelto arrastrándome y haciéndole pucheros, a ver si me perdonaba. Y por ahora, amigos y vecinos, puedo decir que mi ventana se está portando mejor que muchas mujeres. Yo diría que lo hace para joderme.
Aunque tal como están las cosas, no sé yo si tendré éxito. Meto en Google la palabra "Libro", buscando una ilustración bonita para dar brillo a esta entrada, como suelo hacer cuando me pongo trascendente, y en la primera página me sale la imagen que véis. Deseadme suerte. La voy a necesitar.
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