miércoles, 24 de septiembre de 2008

Oda a la antiestética cotidiana

Corre el tiempo en sus arenas, por las venas de la gente, a quien no le cabe en mente que en su pasado y presente le agredan -y le atosiguen y afrenten- con tal quilombo de penas. Y perdón por el teorema, pero es que no más que un rato me basta frente a la tele para entender que esto huele peor que de judías flato.

¿Antiestético me llamas? ¿Tú? ¿Que de listo se disfraza y con aires de gurú su flor de lis amortaja; que ocultando sus miserias tras ortodoxia y soflamas quiere parecer serio y a la idiotez se rebaja? ¿Tú, que en el débil ve a su presa, que grita pero no expresa poniendo sobre la mesa de la pública vergüenza sus simiescas artimañas y su inermidad inconfesa?

Como gran baobab me siento cuando circundas mi tallo, rabioso por fastidiarme porque enseguida te calo; porque no engañas a nadie ni presumiendo de guapo (con lo feo que amaneces, dicho sea esto de paso). Porque no me llegas, zote, ni a la suela del zapato; porque tras ya tres estrofas de verso gentil y grato aún no sabes ni de lejos que eres tú, tu fiel reflejo, quien guía mi garabato.

Empresarios, sindicatos, proxenetas del hiato, impostores cuasinatos y pacatos de existir: uníos al pintamonas, a emperadores sin Romas, a golfas y famoseo, a la burguesía en concierto que -para clase de su clase- carraspea entre movimientos. A la pobreza asumida del soy lo que no me dan, al que no se ríe de sí, al que te deja morir y al que no ve más allá. A quien te exige que escuches con el tacto de un color (inequívoca secuela del tren que escapar dejó) dale pronto este mensaje, que se aproxima su fin; comunícale mi frase antes de que en el infierno, tras la hora de partir, su testa tueste y se ase:

Vive y deja vivir.

2 comentarios:

Unknown dijo...

...El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Unos por tanto y otros por tan poco, que aquí todos tienen vergüenzas que tapar y cadáveres que enterrar. Paul te queremos tal y como eres, pero no te flageles tanto que al final te lo vas a creer. Y alégrate, tú también formas parte de esa burguesía que tanto floreas,...¡y a vivir la vida que son dos días!

Paul dijo...

Francisco: Y con la cabeza bien alta, oiga! Yo también os quiero. Un abrazo.