jueves, 13 de noviembre de 2008

Otro dedo en el culo

La bella a la par que inefable Beta V.V., del blog Mi madre es idiota, dedicó hace un año una de sus mejores entradas al placer incomparable del macho cuando se le introduce un dedito por la puerta de atrás durante el acto folluno (lo de que Hank Moody apareciera como eje del escandaloso alegato no es casual; más bien parecía inevitable y quienes lo conocéis ya deberíais saberlo).

Tengo asumido que, en igualdad de condiciones, cualquier cosa que esta chiquilla diga al respective será leída con mucho más morbo y atención que lo que diga yo, porque es mujer, está buena, lo sabe y bla, bla, bla. No quiero dejar pasar, sin embargo, mi llamada particular a la solidaridad con todos aquellos -que somos legión- a los que nos gusta que nos hurguen el cacas cuando nos metemos en faena, porque, como bien sabe Beta por experiencia, tales guarreridas contribuyen a sacarnos de encima unos cuantos prejuicios. Con todo, confieso que yo me estoy quitando tras mi última visita al urólogo. Fue una prostatitis leve la que me llevó a su consulta, ocasión que aproveché para mostrar en todo momento mi lado más alegre y natural, con el único objetivo -tonto de mí- de hipnotizarle para que no me metiera el dedo en el culo. Pero tras un pis en bote y una larga ecografía, la jugada me salió mal: me levanté de la camilla subiéndome los pantalones, sin parar de hablar y decidido a distraerle como el que duerme a las gallinas, táctica que él atajó con la frase que todavía adorna mis pesadillas: "No, Diógenes, no se me vista todavía".

Nada pudo librarme del látex, de aquel estremecedor empujón lubricado, del conflicto moral que me provocaron, al segundo, unas placenteras ganas de mearme, y del posterior olor a choto que impregnó el guante del galeno. Para que veáis, señoritas, que nosotros también valoramos la diferencia, en cuestiones de lo que nos gusta que nos hagan allá abajo, de acuerdo al ambiente y la puesta en escena.

Y es que hay casos y casos. Empezando con preliminares como éstos, por ejemplo, no se sabe cómo puede uno acabar. Igual hasta me cuelan un bate de béisbol por el orto y ni me entero. Coño, igual hasta se lo pido yo.



¿A que mi blog gana enteros por momentos?

5 comentarios:

Puesfijate dijo...

jajajajjaajja. Gana enteros, si señor. A mí me da hasta pudor leerlo a veces.

Unknown dijo...

¿Qué coño es esto, papá? Puesfíjate ¿sigues yendo a la piscina de La Latina a tomar por culo? Recuerda: EL CULITO ES PARA HACER CACA.

Paul dijo...

Puesfíjate: Si te digo la verdad, no sabía si después de esto ibas a borrarme de tus favoritos.

Manuel: Te la paso porque la cosa va de culos, pero ojo, que si alguna vez alguien se siente ofendido por un comentario hecho en público, mi justicia divina caerá sobre los agresores, brutal, ciega y despiadada.


Por otro lado, pensaba que esto te iba a gustar.

Anónimo dijo...

....mucho habías tardado.

p.d. Por cierto, tu escena me recuerda a un fragmento de "Family guy" en el que Peter Griffin (no sé si se escribe así)va al urólogo, no te digo más.

Paul dijo...

Paul: Mis amigos me conocen y yo me enorgullezco, aunque mi cuerpo sea el de un atleta y no el de Peter Griffin, claro.