jueves, 6 de noviembre de 2008

Tan guarra como yo


Orinar en la vía pública es motivo de orgullo y reafirmación de machos, pero para las mujeres es aún un importante derecho a conquistar. Nunca le agradeceremos lo bastante al colectivo feminista las perlas con que nos obsequia de vez en cuando, como ésta reciente de la iniciativa Pixing. Si hace unos días hablábamos de cristianas ninfómanas, hoy no me resisto a reproducir el lema Nosotras también vamos por las calles y podemos hacerlo, con el que las elegantes damas denuncian la opresión moral que sienten cuando nos ven a usted y a mí meando en una esquina (probablemente entre risotadas y sujetando la cerveza con la otra mano), al tiempo que reivindican, impasible el ademán, su derecho a ponerse en cuclillas en tiempo y forma inopinados. Acceder a la web catalana que les enlazo es descubrir un mundo nuevo donde, ríase usted de Obama, la utopía no sólo es posible, sino que además está señalizada. Si observan el video, verán que el emblema de esta cruzada marca, en determinadas calles, los lugares exactos donde usted, señora, y tú, su hijita adolescente, pueden y deben bajarse las bragas a la mínima señal de incontinencia (o de pérdida en el primer caso). Desde que Rosa Parks se negó a cederle el asiento a un blanco en aquel autobús de Alabama, jamás conoció el mundo adelanto semejante en cuestión de libertades civiles.

Por mí logradlo, hijas, aunque sepa a ciencia cierta que con ello haríais más largos mis itinerarios habituales, y que jamás me iba a caber tanto potorro en el disco duro. Y sí,la de la foto es Penélope. Pero ella lo hace en el wáter, como Dios manda.

7 comentarios:

Puesfijate dijo...

Lo flipo. Por cierto ¿De dónde sacas estas cosas, macho? Y un comentario personal. Igual soy un antiguo, pero qué poco sexy es esto del pixing...

Paul dijo...

Puesfíjate: Igual que usted, yo no revelo mis fuentes. Yo creo que sería sexy, o al menos tendría su morbo, dependiendo de quien lo haga.

Anónimo dijo...

Joder, menuda gilipollez. Supongo que está bien llamar la atención de las autoridades incompetentes para estos y otros asuntos, pero que mear en la calle sea una forma (bastante poco) sutil de machismo tiene güevos. Que las catalanas estas se den una vuelta por la tamborrada a las tantas de la mañana y vea si las mujeres (vascas o no y casi siempre borrachas) mean en la calle, ya sea entre dos coches o no.
Le doy la razón a puesfijate, un tío con una cerveza en la mano y la chorra en la otra le produce a uno una mueca de chiste malo, pero a una tía escarranchada mientras se aguanta la falda para que no se empape y todo esto con cierta falta de equilibrio es muy poco sexy. Resulta jodido tirarte a una titi que acabas de conocer esa noche en un concierto o de marcha y que de camino al sexo no aguante más y mee en la calle y te pida que la tapes . Es ese momento prefieres ver youporn y hacértelo tú mismo.

Paul dijo...

Leroy: Hombre, me alegra verte de vuelta! Digo yo que mejor que mee, ¿no? Si luego se lava...

Unknown dijo...

A mí me pone ver a una tía mear en la calle. En carnavales se formaban meaderos improvisados en las traseras de los kioscos. Con total naturalidad las tías se ponían en cuclillas a tu lado y se aliviaban. Lo que ocurría es que si mirabas demasiado, tu sangre se volvía cristal y era difícil completar el cometido sin daños colaterales.

Paul dijo...

Manuel: Es cierto; a veces te pillaban mirando y acudían, medio avergonzadas pero sonrientes,al tópico "Bueno, estamos en carnaval, ¿no?". Y al día siguiente, vuelta a no saludarte cuando te veían por la calle.

No has votado en mi nueva encuesta. ¿Hay algo que no te suene?

Anónimo dijo...

Me gusta ver a mi madre mear. Ver como expulsa sus orines me exita mucho. La veo cuando se baja los calzones, se agacha, y muestra su culo y su vagina.